lunes, 24 de agosto de 2015

Babas

Resulta que el tiempo es imparable y asfixia todo aquello que precedió al presente, incluso cuando lo creemos inmortal. Estoy en mi habitación con la música que acompañó los años en los que crecía, pasando a formato digital unas cintas de vídeo familiares. Justo ahora, abajo a la derecha, pone en blanco "22-2-1998". Tendría yo unos seis meses. Veo a mi hermana jugar conmigo, mi madre acariciarme, veo a mi hermano besando mi coronilla, e intuyo a mi padre detrás del aparato que grababa el momento. Era esa época en la que daba igual si se nos caía la baba, si llorábamos o reíamos, porque eran cosas que pasaban, sin más importancia.

Veo mucha historia, y me veo a mí. Mirando con recelo un cachivache diseñado para entretener a criaturas como las que fuimos todos y al rato, reírme de él. Contemplando una realidad que, con el aderezo de la curiosidad que tan a flor te piel hemos tenido, no me daba demasiados dolores de cabeza, no pretendía entenderla. Luego aprendemos del entorno a hablar, y repetimos hasta la saciedad (que pocas veces llega) "por qué" ante todo lo que nos hacía abrir más y más los ojos. Querría saber el momento en el que nos damos cuenta de que podemos elegir con qué cristal ver el mundo, con qué respuesta nos quedamos, con qué "porque..." construimos nuestra teoría de la realidad. Tal vez vino unos años después, cuando calan unos valores respirados en casa. Anoche pasé otro vídeo, de mi tercer cumpleaños. En éste, había una piñata, cogí alguna chuchería que cayó al romper el saco, y se la dí a mi tío, que estaba más cerca.

Siento verdadera curiosidad por saber cómo se modela la concepción del bien y el mal, de cómo actuamos y quién es nuestro espejo moral sobre el mundo. Quisiera entender todo eso, pero se nos empieza a caer la baba a todos cuando vemos que el mundo gira, cada cultura es un montón de archipiélagos muy aislados unos de otros, cada persona una isla diminuta, que emerge insignificante en un mar de dudas y aguas turbias. Tal vez ese mar que nos rodea esté hecho de babas...

2 comentarios: