miércoles, 24 de diciembre de 2014

2:51 de 2014

Me joden estas fechas. Siempre, desde que tengo razón crítica, y a cada inútil vuelta al sol, más, y por motivos distintos que se acumulan. Se junta el consumismo atroz que, para qué criticarlo, si ya me dan hasta pena esos condenados...Se suma el odio, por tanto cuerpo vacío haciendo eco de, eso mismo, que es un cuerpo vacío (en otro sentido) que busca llenarse con otro cuerpo vacío que tenga algo con que llenarlo. Y actúan así, sin querer. Animales, en "paraísos artificiales", como suena un tema de un disco reciente. "Esta noche arde París, y a nadie parece importarle." Poeta ese Nega... Y hablando de poetas, no es un año de poetas. ¿Qué coño? No es un mundo de poetas, no es un mundo de pensar. Es un lugar para existir, y qué hijos de puta los que no cuestionan esa existencia. El que lo hace, una botella, su cueva en fin de año, escribe un clásico en potencia, un desastre literario. La literatura se repite también, aunque con formas distintas. La historia... Levantamiento popular es sacarle cinco escaños a la vieja política. Ha sido un año movido, ha sido un popurrí de todo, y aún así, ha sido una mierda. Estoy limitado, estoy débil, apagado, inhibido. Poesía... Es un poema ardiendo con ganas de vivir. Dejar cercos de alcohol en borradores hacia la desidia, hacia las musas, la esperanza, que nunca aparece. La culpa es de ellas, que nunca aparecen... No apareces... La cueva... Lo malo conocido, eso sí que es mierda, porque lo bueno no existe. ¿Más vale eso que lo bueno por conocer? Vamos hombre, sólo hay que ver el amor, solo hay que ver la razón en el día a día... Queremos experimentar lo que sabemos que es distinto o desconocido, pero no por conocer. No queremos conocer. No quiero, pero conozco lo suficiente como para ver que una enorme sábana cubre toda la mierda destructiva jamás imaginada, y, joder, no puedo evitar tirar poco a poco cada vez que estoy sobrio. Si me asomo a la ventana solo veo cinismo barato, plástico y máscaras, lo que asquerósamente podría llamar "postureo". Disfrutan. La moral... No se dan cuenta de que se usan sin puta base intelectual. Plástico. Plástico, plástico y más plástico... Y entonces exploto. No sin antes reconstruirme de la anterior detonación, sólo un poco. Desquicio y escombros, un niño roto, un hombre inacabado. Cada vez queda menos. Cada vez hago mejor las sogas con las que cuelgo mis demonios... A veces los  confundo con mi ángel de la guarda, y admito la indiferencia de oír como su cráneo se separa de su columna. Total, siempre vuelven. Con ánimo vacío, tanto como esos cabrones que lo único que hacen por la vida es consumir oxígeno y seguir los cauces de un sistema educativo. Educativo mis cojones. Que esa es otra... La competitividad en la que se basa este sistema, joder, la competitividad... Es para fuertes, es para ciegos... Y yo soy débil, soy débil, tengo demasiada mierda encima, o detrás, mejor dicho, y tomé la cápsula roja hace ya mucho. Me inhibe toda esa mierda... No puede limpiarse, solo el plomo quizá. Solo lo exótico, lo desconocido que pueda atraerme. Y ni los hechos, y solo queda descartar la idea de que alguien, ya no algo, alguien, me resucite. Y ni los hechos. Ni los hechos. Levantamiento del bloqueo a Cuba, carnicería en Palestina con el visto bueno del mundo, más y más liberalismo salvaje, más derroche de teoría entre marxistas, un nuevo rey, un ghetto negro sublevado contra las barras y las estrellas... Y yo peleándome a patadas con mi cabeza, escribiendo y
poniendo espacios
para que parezca
un triste poeta más
cansado de respirar
otro día, otra espera,
otra ausencia de una musa
que no me haga mirar
por una ventana
que está más sola
la luna
que yo.

Me queda esperar la primavera. La primavera. Espero poder llamarla así. La primavera. Y no otra primavera. La primavera. Cada vez necesito más reformas que una revolución... Cada vez necesito menos, cada vez gasto menos, y cada vez escribo menos... por amor propio, incluso. Porque a la humanidad le importa otra mierda más grande que lo malo conocido y que este año juntas que diga el sinsentido del latir de un corazón herido. Da igual, se limitan a existir. Se limita el mundo a existir. Y me inhibo.
Desarrollo en un ensayo que la vida es mierda, lo publico, y sigo siendo el mismo fracaso de hombre que antes de escribir. Que os sea leve el 2015. Extinguíos.