miércoles, 9 de julio de 2014

España en sigue en el medievo

Estamos acostumbrados a ver, soportar y resignarnos ante las atrocidades de la cultura españolita de asesinar toros previa tortura y agonía del animal provocada por algún indeseable, pero hoy estaba puesta Antena 3 en la tele, y justo después de difamar sobre Venezuela y alagar la masacre ucraniana, hablaron de las "fiestas de Pozuelo". Os dejo algunas imágenes de esta barbarie. Son caballos salvajes, metidos en un sitio cerrado con gradas para que unos hijos de puta disfruten el maltrato que realizan los machitos del pueblo como retorcerles el cuello hasta tirarlos al suelo, agarrar sus orejas para que corran tirarles más, y todo, dicen, para desparasitarlos y raparlos... ¡Los parásitos sois vosotros, desalmados!

martes, 8 de julio de 2014

Conversación con Kodi.

Lo anterior a la siguiente conversación viene precedido de yo preguntarle a Kodi sobre "El árbol de la ciencia", porque estaba interesado en leerlo y a ella le influyó mucho, me comentó el verano pasado. Os dejo en una imagen el fragmento previo.

K: Voy a desarrollarme mucho, no te asustes. A ver, te veo como desengañado del mundo, como viviendo en tu mundo aislado donde no encuentras remedio a nuestra especie. En parte, creo que todos en el fondo sentimos eso. Por ejemplo yo creo que antes de llegar al comunismo llegara la tercera guerra mundial y nos moriremos todos por las bombas nucleares. Pero volviendo al tema del "desengaño". Si es cierto, que no hay remedio, ¿por qué no salir a comerte el mundo y vivir de felicidades instantáneas? Es decir, cambiarle el sentido a la vida y buscarle la parte positiva. Ser "feliz". Creo que hace un tiempo definiste el ser feliz como la ignorancia, pero y si fuera la inteligencia? Al ver que el mundo no tiene remedio ha decidido volverse loca y disfrutar de lo irreal de los placeres terrenales. No sé si me he explicado bien, no soy buena para estas cosas. Pero entonces, suponiendo eso, ¿por qué decides encerrarte como persona?

G:  Te has explicado estupendamente. Verás, mi concepto de comerme el mundo no existe, puesto que para ello debería haber algo a lo que ir directamente para obtener una felicidad inmediata, pero ya he perdido eso, nada me da esa felicidad y pocas cosas (o ninguna) me dan ilusión o esperanzas en mi. Todo lo que persigo se volatiliza más rápidamente de lo normal, y a parte, tiene mucho peso mi carácter catastrofista y de pseudohermitaño que he heredado y casi copiado en el ambiente de mi madre. Soy así, odio la gente, odio salir, aunque sé que saliendo en determinados ambientes y con una decente compañía me alivian la agonía que resulta vivir. Me encierro, porque creo que mi naturaleza es hacerme daño, y en el fondo deseo salir de aquí, de este estado (en minúsculas) aunque en el día a día parezca que quiero hundirme yo solito.

K: Pero la naturaleza humana no existe, tú no naciste con una determinada personalidad sino que los hechos que han ocurrido a lo largo de tu vida te han hecho ser así. ¿Entonces quieres salir pero nada te motiva? Pero nada es para siempre, quizás esta sea una mala racha, no creo que ningún ser humano quede fuera de la "ilusión". Quizás es que no has encontrado todavía eso que te pueda llenar como persona. Quizás es jugar al fútbol americano (por poner un ejemplo tonto) pero nunca lo has jugado ergo no has descubierto aún ese sentido a tu vida. Entonces encerrarte, ¿no sería un poco tonto? Porque así no conseguirás llegar a lo que necesitas como persona.

G: Soy consciente de que es un ciclo. El cambio, a demás de constante es evidente e imparable, esta es una racha en la que no tengo ilusiones por mucho que las busque, y creeme que lo hago. También, como buen estudiante de biología, sé que estoy así por reacciones químicas y hormonales, en cierto modo algo independientes y a la vez algo influenciadas por el medio que me rodea... Quizá el daño me lo hizo el idealismo, pero qué sé yo, antropológicamente me volví tan materialista que ciertos pilares que tenía se han caído a plomo. En fin, es simple, tiempo y cambio... Yo pondré de mi parte, pero la felicidad se encuentra, no se fuerza.

K: Todo esto venía porque me parece muy curioso tu cambio como persona, pocas personas me parecen interesantes. Pero haberte conocido con la inocencia de un niño y verte ahora con la frialdad de un adulto en menos de un año, es un hecho que como poco, me sorprende. He visto cambios así a mi alrededor y sigo sin poder encontrarles una justificación lógica.
Serias un experimento muy interesante respecto a psicología humana

G: Un estudiante de psicología me quería para su doctorado. Claro que lo dijo por ask, que igual era algún matao'. Me intento consolar pensando que hay millones de adolescentes así, pero sus inquietudes son perder su virginidad y que sus padres le compren otro móvil...
K: Pues no me parecería una burrada, normalmente las personas no tienen esos cambios bruscos y encima cambios tan profundos, de "identidad". Y no creas que los hay, las inquietudes de esas personas no salen de comprarme ropa, salir de fiesta y a ver como de popular soy...

G: En fin, el lado bueno es que igual escribo algo que acabe cambiando la historia, rollo Nietzsche, ya sabes...

K: O eso o acabas vendiendo clinex en una autopista..

G: Emprendiendo, como buen liberal

K: Si ya te veía yo madera

G: Nah, en el más hondo pesimismo acabaría como un profesor agresivo de filosofía en un instituto dándome de baja cada mes por alguna enfermedad mental sin diagnóstico claro. Solo espero no enamorarme de mi hermana!

K: Oye, no sería tan mala vida, con tal de ganarte la vida adoctrinando niños, ni tan mal.

G: Adoctrinando... Vaya generación de suicidas me saldría

[...]

G: Kodi, me ha gustado la conversación, como de costumbre. Me dejas pasarla a un borrador de mi blog para publicarla en algún futuro? Tus palabras son algo colectivo entre tú y yo, pero es por tener cortesía de propiedad privada

K: No me importa tranquilo, te vendo los derechos de esta conversación!
Siempre es un placer debatir con un idealista*

*Curioso que una marxista me llame idealista.

viernes, 4 de julio de 2014

(P) Los dos puntos de la felicidad

El término "borrego" pierde fuerza por tanto uso, aunque realmente el mundo es nuestro campo donde pastamos, y no hay más lobo que nosotros mismos, y no hay peor pastor que la ignorancia y el despropósito por el quehacer cotidiano. Es "estar por estar" sin buscar un objetivo claro más que buscar aquellos detalles que nos produzca un subidón de serotonina en todo el cuerpo para que nos la sude lo que pasa en cualquier otro lugar del planeta, del país o hasta de la casa que compartes. El fin de la vida del ser humano, decían algunos clásicos griegos, era encontrar la felicidad. Aquellas éticas eudemonistas que se centraban  buscar lo bueno con una pizca de divinidad es el claro ejemplo de auto ayuda espontánea y natural de nuestra especie. Lo bueno, para sentirnos bien, con ese único fin, porque al final es el sujeto que actúa quién juzga qué es bueno y qué no lo es. Y, como no, el consuelo del más allá. Podemos vivir virtuosamente y hundirnos porque no tengamos futuro, porque todo esto sea para nada. El hombre necesita un fin, ya que sin ese fin está perdido.