miércoles, 24 de diciembre de 2014

2:51 de 2014

Me joden estas fechas. Siempre, desde que tengo razón crítica, y a cada inútil vuelta al sol, más, y por motivos distintos que se acumulan. Se junta el consumismo atroz que, para qué criticarlo, si ya me dan hasta pena esos condenados...Se suma el odio, por tanto cuerpo vacío haciendo eco de, eso mismo, que es un cuerpo vacío (en otro sentido) que busca llenarse con otro cuerpo vacío que tenga algo con que llenarlo. Y actúan así, sin querer. Animales, en "paraísos artificiales", como suena un tema de un disco reciente. "Esta noche arde París, y a nadie parece importarle." Poeta ese Nega... Y hablando de poetas, no es un año de poetas. ¿Qué coño? No es un mundo de poetas, no es un mundo de pensar. Es un lugar para existir, y qué hijos de puta los que no cuestionan esa existencia. El que lo hace, una botella, su cueva en fin de año, escribe un clásico en potencia, un desastre literario. La literatura se repite también, aunque con formas distintas. La historia... Levantamiento popular es sacarle cinco escaños a la vieja política. Ha sido un año movido, ha sido un popurrí de todo, y aún así, ha sido una mierda. Estoy limitado, estoy débil, apagado, inhibido. Poesía... Es un poema ardiendo con ganas de vivir. Dejar cercos de alcohol en borradores hacia la desidia, hacia las musas, la esperanza, que nunca aparece. La culpa es de ellas, que nunca aparecen... No apareces... La cueva... Lo malo conocido, eso sí que es mierda, porque lo bueno no existe. ¿Más vale eso que lo bueno por conocer? Vamos hombre, sólo hay que ver el amor, solo hay que ver la razón en el día a día... Queremos experimentar lo que sabemos que es distinto o desconocido, pero no por conocer. No queremos conocer. No quiero, pero conozco lo suficiente como para ver que una enorme sábana cubre toda la mierda destructiva jamás imaginada, y, joder, no puedo evitar tirar poco a poco cada vez que estoy sobrio. Si me asomo a la ventana solo veo cinismo barato, plástico y máscaras, lo que asquerósamente podría llamar "postureo". Disfrutan. La moral... No se dan cuenta de que se usan sin puta base intelectual. Plástico. Plástico, plástico y más plástico... Y entonces exploto. No sin antes reconstruirme de la anterior detonación, sólo un poco. Desquicio y escombros, un niño roto, un hombre inacabado. Cada vez queda menos. Cada vez hago mejor las sogas con las que cuelgo mis demonios... A veces los  confundo con mi ángel de la guarda, y admito la indiferencia de oír como su cráneo se separa de su columna. Total, siempre vuelven. Con ánimo vacío, tanto como esos cabrones que lo único que hacen por la vida es consumir oxígeno y seguir los cauces de un sistema educativo. Educativo mis cojones. Que esa es otra... La competitividad en la que se basa este sistema, joder, la competitividad... Es para fuertes, es para ciegos... Y yo soy débil, soy débil, tengo demasiada mierda encima, o detrás, mejor dicho, y tomé la cápsula roja hace ya mucho. Me inhibe toda esa mierda... No puede limpiarse, solo el plomo quizá. Solo lo exótico, lo desconocido que pueda atraerme. Y ni los hechos, y solo queda descartar la idea de que alguien, ya no algo, alguien, me resucite. Y ni los hechos. Ni los hechos. Levantamiento del bloqueo a Cuba, carnicería en Palestina con el visto bueno del mundo, más y más liberalismo salvaje, más derroche de teoría entre marxistas, un nuevo rey, un ghetto negro sublevado contra las barras y las estrellas... Y yo peleándome a patadas con mi cabeza, escribiendo y
poniendo espacios
para que parezca
un triste poeta más
cansado de respirar
otro día, otra espera,
otra ausencia de una musa
que no me haga mirar
por una ventana
que está más sola
la luna
que yo.

Me queda esperar la primavera. La primavera. Espero poder llamarla así. La primavera. Y no otra primavera. La primavera. Cada vez necesito más reformas que una revolución... Cada vez necesito menos, cada vez gasto menos, y cada vez escribo menos... por amor propio, incluso. Porque a la humanidad le importa otra mierda más grande que lo malo conocido y que este año juntas que diga el sinsentido del latir de un corazón herido. Da igual, se limitan a existir. Se limita el mundo a existir. Y me inhibo.
Desarrollo en un ensayo que la vida es mierda, lo publico, y sigo siendo el mismo fracaso de hombre que antes de escribir. Que os sea leve el 2015. Extinguíos.

domingo, 30 de noviembre de 2014

"A vivir"

Me motivó a escribir la contraportada de un libro de Jose Luis Sampedro. Escribir es vivir. Aunque fue una motivación desde el subconsciente. Soy muy de pasar tardes en librerías y sólo leer contraportadas que no dicen nada. Pero quedan ahí. Igual no las recuerdo, pero las conozco.

"No he venido aquí a hacer retórica, ni literatura... he venido aquí a vivir, a vivir cuando se me está acabando la vida y, por tanto, a disfrutarla más."

domingo, 7 de septiembre de 2014

El drama de la salud

Ayer estaba yo tranquilamente intentando aguantar el telediario y entre injurias a Venezuela y fiesta a las reformas del Gobierno emitieron un caso concreto que refleja lo general y me pareció de lo más curioso. Me dispongo a redactar en mi opinión la más cruel realidad dentro de la tragedia respecto al desarrollo humano en el campo científico. Y es cruel por el sistema económico, el bloque organizado en el que crecen los laboratorios médicos que por culpa del neoliberalismo se convierten en empresas al servicio de las carteras blancas. Digo blancas y me ayudo del reciente boom morboso que provoca una certera enfermedad como es el ébola. Seguro que no hace más de seis meses desde que tú conoces el virus. Bien, pues se detectó por primera vez en 1976, en el Congo. De hecho, debe su nombre al río Ébola que atraviesa la República africana. Casi medio siglo. Pero bah, son negritos con hambre, ¿qué más dará que se mueran de una cosa o de otra? Aquí entra en juego el desdichado "Ser o no ser" y los valores que se promulgan que defienden los que vemos a cada persona humanamente igual a cualquier otra. ¿Cuándo ha saltado la alerta en Europa? Cuando un cura se contagió.  "Centremos nuestros esfuerzos en salvar al cura" debieron pensar desde la oligarquía de nuestro país en ese momento. El egoísmo puro y duro del hombre, la avidez natural a la que tanto he hecho referencia con Hobbes... Más de cuarenta años y nadie se ha preocupado por erradicar el virus, hasta que llega al hombre blanco. Pero, ¿qué podemos esperar? Si Bayer, el laboratorio (empresa) alemán, que obtuvo unos ingresos en 2009 de 31.168 millones de euros, dijo que no haría medicamentos para una enfermedad muy común en India, porque, y cito textualmente, "no fabricamos para pobres que no pueden pagar".

Y aquí quería yo llegar. El problema de que los laboratorios sean empresas privadas, a demás de la explotación laboral, es que busca hacer dinero y nada más que eso. Engordar su capital, sin cuestionar siquiera que están tratando con la esperanza de vida de millones de personas. Y como decía al comienzo, os cuento la noticia que vi. Un señor con hepatitis C, residente en España, no puede acceder a la cura del virus por cuestiones económicas. Y hablo de la cura, no es ningún tratamiento que adormece los síntomas, o da un poco de esperanza, no. Hablamos de un medicamento que CURA al enfermo... Pero ese señor seguirá enfermo, pues la seguridad social de nuestro país no cubre ese tratamiento, y cuesta 80.000 euros. ¿Sabéis lo más curioso de todo esto? En Egipto, militarmente ocupada por EEUU y por imposición, el sistema político y social del imperialista, ¡ese mismo tratamiento cuesta 900 dólares! ¿A que no adivináis de dónde es el laboratorio? Efectivamente, abandera las barras y las estrellas. 

Es triste que se juegue literalmente con la vida de las personas al no darles una clara salida, porque la excusa de que cobren 80.000 euros para amortizar la investigación, es mentira. Eso es lucha de clases, por mucho que odie el discurso marxista, y lo peor, es que está seguida de la lucha entre pueblos. Me recuerda a aquello que me contó mi abuelo... Cuando Franco cogió las riendas de una traicionada y machacada España, iba repartiendo pan por los barrios castigados, solo para limpiar su imagen, al mismo tiempo que fusilaba a los demócratas contrarios a él. Poner precios así a medicamentos tan necesitados es un retroceso humano, un asesinato a quien haya nacido en África, con el ébola, o en España, con hepatitis C. Sólo espero haber conseguido concienciaros poniendo dos ejemplos que pueden parecer dispares, cuando realmente es lo mismo, solo que uno nos toca en nuestra tierra, y al otro nos tienen acostumbrado de que es así.

viernes, 22 de agosto de 2014

Querer

Uno intenta querer, pero de quererlo, no se quiere.
Uno trata de llegar al punto álgido o seguir en la cima
pero el frío y la presión de ésta baten al uno.

¿Y qué sabe el uno de que lo que quiere es bueno
cuando está bien en lo malo?

Quizá el uno quiera lo malo
 y lo bueno quiera al uno
que sin querer,
quiere lo malo.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Espejos del tiempo


Ayer me reuní en el emblemático centro de mi ciudad con un buen e histórico amigo para charlar y tomar algo mientras el intercambio de ideas que se alargaría bastante hasta el final, que fue marcado por el horario de la línea de autobuses. Hablamos prácticamente de todo. Somos dos personas con posiciones en bastantes casos muy distintas, pero como el respeto inunda cada palabra nuestra, el diálogo era simplemente una gozada.

Yo le conocí en sexto de primaria, y hasta ahora, ambos hemos cambiado notablemente. En moral, físico (por fortuna) y la propia praxis de nuestros valores, quizá en mi caso, más deteriorados, o ausentes. Él me recordó al buen chaval que yo era cuando le conocí. No lo hizo a propósito, solo lo que estuvimos hablando. Fue en muchos puntos, como mantener una conversación con mi "yo" de hace 2 años. O de hace 6, cuando le conocí.

Recuerdo que me sentía a gusto con la vida, estaba tranquilo, como si todo, a pesar de ser un desastre, estuviera controlado. Me recordé del amor que hace tiempo que no siento. Cuidar de los míos, cosa que hoy, no es que sea una tarea, pero tengo que forzarlo, porque si por mi fuese, me limitaría a existir. Por no tener ganas de salir de la cueva, pero tampoco tener la valentía de derrumbarla conmigo dentro. Recuerdo que, a pesar de fracasar en cada vuelo, seguía haciendo y probando cosas, sin miedo al rechazo, sin miedo a nada. Ahora incluso me cuesta escribir o plasmar cualquier idea que me ronde por la cabeza. El simple hecho de plantearme hacer algo ya me está echando para atrás. No puedo pensar en que voy a leer, tengo que coger el libro y empezar, y aún así soy incapaz de evitar distracciones. Lo mismo cuando escribo. Puedo estar plasmando algo de mi interior, y a la vez estar pensando, recordando o especulando. Una constante inquietud.

No es que mi amigo fuese como el yo de hace un tiempo, sino que me hizo pensar, a sabre por qué, en ello. Él fue algo así como un espejo del tiempo. Tú ves en algo (o alguien) lo que eras hace tiempo por dentro.

Tengo que reconocer, que fue enormemente triste ver en lo que iba a degenerar lo que "vi" en el espejo.

lunes, 4 de agosto de 2014

La cápsula roja

Quizá no hay mejor manera de retratar la realidad que interpretando una película de los 90 y rememorando la esperpéntica obra de Valle-Inclán, cada cual con sus verdades como puños. Voy por orden de mención.


Mátrix, al fin y al cabo, es, y cito desde el guión, "un mundo que se ha puesto ante nuestros ojos para ocultar la verdad". El "dilema" de la película viene en el momento de la elección de las dos pastillas. La azul, que haría a Neo volver a su vida, digamos, normal, olvidando todo lo que sabía sobre la verdad absoluta, y la cápsula roja, que como dice una canción, es la verdad, con sus alfileres.

Independientemente de la paranoia que continúa la trama de la película, no es más que una obra esperpéntica, o incluso metafórica. El hombre normal vive sin saber la verdad, vive en la cruda y mísera ingenuidad para los ojos de algunos pocos desgraciados. Ese hombre, esta especie, se habría tirado sin pensar a por la cápsula azul. Quiere ser feliz, pero , ¿cuál es el precio de esa felicidad?

Tener razón no te hace ser feliz. Quizá creer tenerla, sí. Es un hecho que tener la aceptación social hace feliz a aquellas personas clónicas salidas de un patrón casi universal, y por desgracia, con las ideas y la verdad, ocurre lo mismo. Si todo el mundo se cuestionase todo, teniendo un mínimo criterio personal, no habría forma viable de organización en la especie humana, porque somos felices por ser ignorantes.

La cápsula roja es la verdad. Será jodida, lo es, de hecho, pero es la verdad. Es seguramente el privilegio al que más se renuncia involuntariamente. Dónde está el valor de ser especial... Aquí entra el amor propio, que se puede interpretar de dos formas... Elegir la cápsula roja y conocer la verdad, o vivir en la eterna y vital ignorancia escogiendo la azul... Tú decides. Felicidad o razón.

Quizá la verdad universal, la razón, la roja, de la felicidad a algunos individuos. Cada uno es distinto. Incluso un doctor alemán escribió que la felicidad era una patología, una enfermedad. Se puede entender así. Ahora le voy a dedicar poco más que dos líneas a Valle, porque este intento de explicar brevemente la relación entre razón y felicidad, ha sido un derroche de esperpento.


Nos vemos en el callejón del gato, ser felices. 

miércoles, 9 de julio de 2014

España en sigue en el medievo

Estamos acostumbrados a ver, soportar y resignarnos ante las atrocidades de la cultura españolita de asesinar toros previa tortura y agonía del animal provocada por algún indeseable, pero hoy estaba puesta Antena 3 en la tele, y justo después de difamar sobre Venezuela y alagar la masacre ucraniana, hablaron de las "fiestas de Pozuelo". Os dejo algunas imágenes de esta barbarie. Son caballos salvajes, metidos en un sitio cerrado con gradas para que unos hijos de puta disfruten el maltrato que realizan los machitos del pueblo como retorcerles el cuello hasta tirarlos al suelo, agarrar sus orejas para que corran tirarles más, y todo, dicen, para desparasitarlos y raparlos... ¡Los parásitos sois vosotros, desalmados!

martes, 8 de julio de 2014

Conversación con Kodi.

Lo anterior a la siguiente conversación viene precedido de yo preguntarle a Kodi sobre "El árbol de la ciencia", porque estaba interesado en leerlo y a ella le influyó mucho, me comentó el verano pasado. Os dejo en una imagen el fragmento previo.

K: Voy a desarrollarme mucho, no te asustes. A ver, te veo como desengañado del mundo, como viviendo en tu mundo aislado donde no encuentras remedio a nuestra especie. En parte, creo que todos en el fondo sentimos eso. Por ejemplo yo creo que antes de llegar al comunismo llegara la tercera guerra mundial y nos moriremos todos por las bombas nucleares. Pero volviendo al tema del "desengaño". Si es cierto, que no hay remedio, ¿por qué no salir a comerte el mundo y vivir de felicidades instantáneas? Es decir, cambiarle el sentido a la vida y buscarle la parte positiva. Ser "feliz". Creo que hace un tiempo definiste el ser feliz como la ignorancia, pero y si fuera la inteligencia? Al ver que el mundo no tiene remedio ha decidido volverse loca y disfrutar de lo irreal de los placeres terrenales. No sé si me he explicado bien, no soy buena para estas cosas. Pero entonces, suponiendo eso, ¿por qué decides encerrarte como persona?

G:  Te has explicado estupendamente. Verás, mi concepto de comerme el mundo no existe, puesto que para ello debería haber algo a lo que ir directamente para obtener una felicidad inmediata, pero ya he perdido eso, nada me da esa felicidad y pocas cosas (o ninguna) me dan ilusión o esperanzas en mi. Todo lo que persigo se volatiliza más rápidamente de lo normal, y a parte, tiene mucho peso mi carácter catastrofista y de pseudohermitaño que he heredado y casi copiado en el ambiente de mi madre. Soy así, odio la gente, odio salir, aunque sé que saliendo en determinados ambientes y con una decente compañía me alivian la agonía que resulta vivir. Me encierro, porque creo que mi naturaleza es hacerme daño, y en el fondo deseo salir de aquí, de este estado (en minúsculas) aunque en el día a día parezca que quiero hundirme yo solito.

K: Pero la naturaleza humana no existe, tú no naciste con una determinada personalidad sino que los hechos que han ocurrido a lo largo de tu vida te han hecho ser así. ¿Entonces quieres salir pero nada te motiva? Pero nada es para siempre, quizás esta sea una mala racha, no creo que ningún ser humano quede fuera de la "ilusión". Quizás es que no has encontrado todavía eso que te pueda llenar como persona. Quizás es jugar al fútbol americano (por poner un ejemplo tonto) pero nunca lo has jugado ergo no has descubierto aún ese sentido a tu vida. Entonces encerrarte, ¿no sería un poco tonto? Porque así no conseguirás llegar a lo que necesitas como persona.

G: Soy consciente de que es un ciclo. El cambio, a demás de constante es evidente e imparable, esta es una racha en la que no tengo ilusiones por mucho que las busque, y creeme que lo hago. También, como buen estudiante de biología, sé que estoy así por reacciones químicas y hormonales, en cierto modo algo independientes y a la vez algo influenciadas por el medio que me rodea... Quizá el daño me lo hizo el idealismo, pero qué sé yo, antropológicamente me volví tan materialista que ciertos pilares que tenía se han caído a plomo. En fin, es simple, tiempo y cambio... Yo pondré de mi parte, pero la felicidad se encuentra, no se fuerza.

K: Todo esto venía porque me parece muy curioso tu cambio como persona, pocas personas me parecen interesantes. Pero haberte conocido con la inocencia de un niño y verte ahora con la frialdad de un adulto en menos de un año, es un hecho que como poco, me sorprende. He visto cambios así a mi alrededor y sigo sin poder encontrarles una justificación lógica.
Serias un experimento muy interesante respecto a psicología humana

G: Un estudiante de psicología me quería para su doctorado. Claro que lo dijo por ask, que igual era algún matao'. Me intento consolar pensando que hay millones de adolescentes así, pero sus inquietudes son perder su virginidad y que sus padres le compren otro móvil...
K: Pues no me parecería una burrada, normalmente las personas no tienen esos cambios bruscos y encima cambios tan profundos, de "identidad". Y no creas que los hay, las inquietudes de esas personas no salen de comprarme ropa, salir de fiesta y a ver como de popular soy...

G: En fin, el lado bueno es que igual escribo algo que acabe cambiando la historia, rollo Nietzsche, ya sabes...

K: O eso o acabas vendiendo clinex en una autopista..

G: Emprendiendo, como buen liberal

K: Si ya te veía yo madera

G: Nah, en el más hondo pesimismo acabaría como un profesor agresivo de filosofía en un instituto dándome de baja cada mes por alguna enfermedad mental sin diagnóstico claro. Solo espero no enamorarme de mi hermana!

K: Oye, no sería tan mala vida, con tal de ganarte la vida adoctrinando niños, ni tan mal.

G: Adoctrinando... Vaya generación de suicidas me saldría

[...]

G: Kodi, me ha gustado la conversación, como de costumbre. Me dejas pasarla a un borrador de mi blog para publicarla en algún futuro? Tus palabras son algo colectivo entre tú y yo, pero es por tener cortesía de propiedad privada

K: No me importa tranquilo, te vendo los derechos de esta conversación!
Siempre es un placer debatir con un idealista*

*Curioso que una marxista me llame idealista.

viernes, 4 de julio de 2014

(P) Los dos puntos de la felicidad

El término "borrego" pierde fuerza por tanto uso, aunque realmente el mundo es nuestro campo donde pastamos, y no hay más lobo que nosotros mismos, y no hay peor pastor que la ignorancia y el despropósito por el quehacer cotidiano. Es "estar por estar" sin buscar un objetivo claro más que buscar aquellos detalles que nos produzca un subidón de serotonina en todo el cuerpo para que nos la sude lo que pasa en cualquier otro lugar del planeta, del país o hasta de la casa que compartes. El fin de la vida del ser humano, decían algunos clásicos griegos, era encontrar la felicidad. Aquellas éticas eudemonistas que se centraban  buscar lo bueno con una pizca de divinidad es el claro ejemplo de auto ayuda espontánea y natural de nuestra especie. Lo bueno, para sentirnos bien, con ese único fin, porque al final es el sujeto que actúa quién juzga qué es bueno y qué no lo es. Y, como no, el consuelo del más allá. Podemos vivir virtuosamente y hundirnos porque no tengamos futuro, porque todo esto sea para nada. El hombre necesita un fin, ya que sin ese fin está perdido.

domingo, 18 de mayo de 2014

Casi 100 años después...

Casi 100 años después y siguen necesitando tirar de mentiras para que dejen de temblar sus piernas, y aun así no lo consiguen.
Tiene tela que un libro de filosofía de bachillerato publique cagadas históricas como éstas para echar mierda sobre ideologías que no les sientan bien, y que por cierto, no comparto, pero aun así me digno a escribir en busca de la verdad. Esto es exactamente igual que los libros de hace 50 años que decían que a Franco lo elogió Dios, o esos últimos de primaria que dicen que Lorca murió en su pueblo durante la guerra, y que Machado "se fue" a Francia.
Luego os creeréis libres, y luego en 50 años le contaréis a vuestros nietos que Lenin en el 18 usaba gas. Se le aparecería Hitler del futuro o algo, a saber. Como vi plasmado en un muro una vez, "interrumpí mi educación para ir a la escuela".

lunes, 28 de abril de 2014

Teoría del individuo 'A' respecto a 'B' y 'C'

Podría desarrollar alguna teoría, e incluso establecer una postura que afirme que la felicidad de un individuo está directamente ligada, sin conectores, al resto de individuos que le rodean. Por lo tanto, si al individuo 'A' le ocurren solo cosas buenas proveedoras de felicidad con un individuo 'B', y en cambio, con un individuo 'C' solo está en los momentos de más decadencia, o incluso está en todos los momentos, se hace rutinario y si la vida de 'A' es triste y carente de chispazos de felicidad, 'A' tendrá un sentimiento de más afecto hacia a 'B', porque le transmite esa felicidad casi continua, que a 'C', porque le hace ver lo oscuro y triste de su más íntima persona.

Ahora bien, moralmente no es justo tener más afecto hacia 'B' por estar en esos momentos de felicidad, como tampoco lo es dejar de apreciar a 'C'. Moralmente, la relación con 'C' vale mucho más, aunque la conciencia utilitarista y pragmática corrompa el sentir de 'A'.

Todo esto independientemente del sentimiento que cause 'A' en los otros dos individuos, claro está, pero presuponemos un mínimo de aprecio.


Podría desarrollar la teoría, pero prefiero dejarla en modo libro de filosofía de primero.

martes, 15 de abril de 2014

El espectáculo de la semana santa

Una vez más, no puedo contenerme y tengo la necesidad de hacer la crítica social al ver que un acto puramente religioso y cultural para el practicante como son los sucedidos año tras año durante la semana santa son vistos y aplaudidos por esos que, fuera de esta semana, se dedican a criticar a aquello que representan las imágenes que adoran durante siete días. 

Hace poco me escribió un amigo por WhatsApp que si mañana iba al centro, y le respondí que si no es con un tanque, nada. Estaba buscando a gente para ir a la playa mañana, y seguramente no iré, pero no porque esté en el centro con la masa en ese reparto peculiar de máscaras entre el público generalmente adolescente al que centro mi crítica, hacia quienes llenaría de plomo si nos salimos de la metáfora, sino porque son las cuatro de la madrugada y estoy pegado al teclado. Bien, pues este gran amigo, uno a los que más aprecio puede tenerle un ser como yo, me dijo que cierto grupo de personas estaban en el centro, siendo en su mayoría ateos viendo madera procesionar, como ellos dirían un cinco de junio, por ejemplo. Son fechas en las que, por presión social, el ateo se hace devoto, a su manera. Donde estos individuos van de penitencia haciéndose fotos con cada colega que ven, donde las nazarenas, debajo de la túnica no son precisamente santas, y avisan la llegada de un Señor en el que no creen. Hombres de trono que levantan el pulgar a la cámara que le retransmite y abandonan cuando se cansan de tirar de tanto peso, niños de papá que van en su peculiar masa en la que el pase vip es tener un iPhone y unas Vans a deambular sin rumbo a la espera de que el paso de los años los convierta en esos cerdos con dinero que ocupan las tribunas, fomentando que se haga de un culto religioso, un espectáculo del que sacar beneficio económico, la falta de respeto por parte del público en general ante lo que para unos pocos tanto significa...

La impotencia de saber que con el valor económico de las obras expuestas en las calles se podría moderar tanta pobreza en la que dicen rodearse tantas hermandades hace aveces que lo bonito que pueda encontrarle se rompa por el odio al clero, la falta de coherencia e hipocresía. Y encima ver a la legión dando espectáculo y haciendo el ridículo con la cabra.

Recuerdo algo que me contaba mi abuelo, y es que cada martes santo se iba al pueblo a llevar en via crucis a un cristo de allí, y que todo el mundo iba callado y respetando la imagen. Ahora las procesiones se han convertido en una cabalgata religiosa. Se ha perdido lo serio del acto, su esencia. Por cosas así pienso en muchas ocasiones que habría sido más feliz si hubiera nacido un siglo atrás... Las generaciones jóvenes eran más decentes.



Perdonad si no se lee muy claro, pero necesitaba soltarlo, y la idea está presente, siempre suele ser la misma. Extinguíos. 

domingo, 6 de abril de 2014

Las personas más felices

Las personas más felices son aquellas que tienen una idea en la que creer. Tienen algo que les sostiene moralmente.
Un marxista o un católico podría decirme que es más feliz que yo. Y les contestaría que lo son en base a una falsa idea. Una mentira manipulada. Y obviamente, creerán que ellos están en lo cierto. Hablando con propiedad y coherencia, en SU cierto.

jueves, 6 de febrero de 2014

Respecto al amor

Resulta que las clases de filosofía me están resultando más constructivas de lo que yo pensaba. Empecé el curso sabiendo que lo bueno empezaba el año que viene, pero este no está siendo que digamos malo excepto que resulta un tanto dogmática en ciertos aspectos. Es más, me resulta fácil porque me es cómodo estudiarlo. Ahora estamos con la antropología filosófica y más cosas que ahora no vienen más a cuento que a introducir esto. Y como pone en el título, al tratar el tema del hombre, aún no hemos profundizado, pero sí tocado el tema del amor, y me resulta curioso. Estudio a mi especie con la misma sensación que estudio al resto de especies y reinos en biología.


Respecto al amor. Dijo la profesora que se basaba en compartir. Que si no se quiere compartir, no se puede llamar amor. Si es efímero (aportación mía), si es puramente el sentimiento, no es amor, puesto que se acabará pronto. Y es lo que suele pasar. Las parejas se separan por eso. Son gajos de naranjas que quizá aún no están enteras. O medias, por decir el tópico. Y por seguir con éste y ser cruel, mientras buscan a esa media naranja, otros gajos se la están exprimiendo. Ya me entendéis. Esto puede causarme ira, no por mi, sino por la mediocridad humana de usarse. De ir de príncipes azules y de creerse princesitas. Muy patético a mi juicio. Como leí hace poco de alguien que influyó en mi de una manera indirecta para mi en ese momento, o que tiró de mi manta sin saberlo mejor dicho, "la soledad me llena, la gente me vacía".

Quizá al ver comportamientos así, es normal que no necesite compartir nada, o mejor dicho, no necesito compartir la vida entera. Necesito mis periodos de soledad. Quizá sería mejor odiar o repeler a la gente y estar bien sin esa dependencia social a tener antipatía hacia ella pero consumirse en soledad. Yo creo, que más que odio, sería indiferencia. Lo contrario al amor no es el odio, es la indiferencia, y con razón. Al odiar, prestas atención al menos. Yo soy indiferente, porque por fortuna para mi, me es igual cualquier relación que se salga de los márgenes de la amistad. Incluso las amistades que yo tengo son diferentes. Las formas de cuidarlas no son como las cuidan el resto. Mi mejor amigo es un capullo que en "privado" veo cada mes, pero es un capullo que siempre está ahí, y siempre me tiene. Y así con el resto. No me gusta ser activo en nada de relaciones, porque me canso pronto y la salida fácil es mandarlo a la mierda. Total, suele darme igual. No es algo que me preocupe por mi. Me da más miedo por el resto que se acerque.




lunes, 3 de febrero de 2014

Venganza por la patria


 Una imagen tan deseada
como puede ser y es
la unidad de la misma
y a la vez distinta 
 nublada tierra

de los pueblos que la habitan
de las gentes que la trabajan
de los ya abuelos que lucharon
por la patria que hace años
fue asesinada al alba.

Y de los restos
de las cenizas
que dejó el fuego
surge hoy una voz
brota hoy un recuerdo

con un noble mensaje
claman venganza
no por los abuelos
no por los nietos
sino por la patria.

miércoles, 1 de enero de 2014

Somos seres acuáticos

Para este año nuevo me propondría mil cosas. Mejorar en muchos aspectos y perfeccionar otros. O simplemente empezar ciertos hábitos y abandonar otros. Podría cuidarme más, mirar más hacia el futuro. Podría hacer todo aquello que me propongo año tras año, y que tras año se desvanece. Es el mismo humo del mismo cigarrillo que todos los años de dispersa en la inmensidad de una atmósfera que equilibra ilusión con realidad. Así que, ¿para qué engañarnos? No voy a cambiar mi forma de ser ni de pensar, porque va por un cauce que arrastra otras ideas, así que simplemente me iré completando y perfeccionando. Igual ese cauce solo es un afluente que alimenta a un gran río. Quien sabe si no es ningún cauce, y es una ilusión, dentro de un gran volumen de agua con sólo corrientes en el mar. O un lago, cuyas aguas están estancadas y las intenciones flotan o quedan suspendidas en ellas. O peor aún, un pantano que contiene ramas en sus profundidades que atrapan esos sueños y los ahogan... Como dijo un gran amigo que conocí a finales del pasado año 2013, "Mis amigos son ese salvavidas que evitan que me hunda en ese mar se tristeza." Discrepo bastante, porque igualmente sigues en el agua, sólo que no tienes que preocuparte por seguir en la superficie. O no tenerlo tanto en cuenta, pero es algo que da que pensar. Esto depende, aplicando a lo dicho anteriormente, de las aguas en las que habite cada uno. La idea es estar en movimiento. No estancarse. Sobre todo evitar eso. Que las ilusiones no se hundan, que la fuerza no se vaya al fondo del río, mar, lago o pantano. Saber habitar en las aguas de cada uno.