viernes, 27 de diciembre de 2013

Arte.



Por lo tanto, los artistas quedan claro quienes son.


"Algún día en cualquier parte,
 en cualquier lugar indefectiblemente
 te encontrarás a ti mismo, 
y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz
 o la más amarga de tus horas."

                                                                 Pablo Neruda.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Filosofía en verso

"Para llegar a ser sabio

 es preciso querer experimentar 

ciertas vivencias, es decir,

meterse en sus fauces.

Eso es, ciertamente,

 muy peligroso; 

más de un sabio 

ha sido devorado 

al hacerlo."

Friedrich Nietzsche




viernes, 6 de diciembre de 2013

A veces...

A veces ser feliz cuesta tan poco... Un abrazo, unas palabras, un beso, gestos que dicen más que palabras. Y a veces es sólo la compañía. De pocos, pero buenos. De quienes devuelven lo que das. De esa gente auténtica, de gente que mira por ti, que da tanto y no cuesta devolverlo, porque no existe ningún precio a pagar. O simplemente ser consciente de que no tienes eso y aún así eres feliz, que no es lo normal.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¡Embriágense!

Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:

“¡Es hora de embriagarse!"

Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.

Charles Baudelaire

Benedetti.

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más. 

Mario Benedetti