Para estar más orgulloso de mí mismo, sólo me queda alcanzar pocos estadios vitales que hoy nos son complicados alcanzar, por condiciones externas al individuo (como siempre). Éste prevalece, el mundo lo asfixia por el hecho de ser ambos al mismo tiempo y no poder ser de otra manera. Como decía, no podría alcanzar mayor reconocimiento de mí mismo a día de hoy, si no fuese porque no tengo independencia material existencial, y porque vivo acompañado.
Sigo intentando rescatar esos vértices de humanidad que pueda quedarme allá donde se fundó la psique de un servidor, lo admito, así como que mi existencia no estriba aún en nada sólido. Tengo todos los ídolos asfixiados, no admiro banderas y nada está lo suficientemente limpio como para que tome parte en mí. Esto puede hacer más daño que cualquier arma de metal, pero son las vías más artísticas (y legales) de sólo esbozar mi descontento.
P.D: Pudríos en mi verdad.
martes, 25 de agosto de 2015
lunes, 24 de agosto de 2015
Babas
Resulta que el tiempo es imparable y asfixia todo aquello que precedió al presente, incluso cuando lo creemos inmortal. Estoy en mi habitación con la música que acompañó los años en los que crecía, pasando a formato digital unas cintas de vídeo familiares. Justo ahora, abajo a la derecha, pone en blanco "22-2-1998". Tendría yo unos seis meses. Veo a mi hermana jugar conmigo, mi madre acariciarme, veo a mi hermano besando mi coronilla, e intuyo a mi padre detrás del aparato que grababa el momento. Era esa época en la que daba igual si se nos caía la baba, si llorábamos o reíamos, porque eran cosas que pasaban, sin más importancia.
Veo mucha historia, y me veo a mí. Mirando con recelo un cachivache diseñado para entretener a criaturas como las que fuimos todos y al rato, reírme de él. Contemplando una realidad que, con el aderezo de la curiosidad que tan a flor te piel hemos tenido, no me daba demasiados dolores de cabeza, no pretendía entenderla. Luego aprendemos del entorno a hablar, y repetimos hasta la saciedad (que pocas veces llega) "por qué" ante todo lo que nos hacía abrir más y más los ojos. Querría saber el momento en el que nos damos cuenta de que podemos elegir con qué cristal ver el mundo, con qué respuesta nos quedamos, con qué "porque..." construimos nuestra teoría de la realidad. Tal vez vino unos años después, cuando calan unos valores respirados en casa. Anoche pasé otro vídeo, de mi tercer cumpleaños. En éste, había una piñata, cogí alguna chuchería que cayó al romper el saco, y se la dí a mi tío, que estaba más cerca.
Siento verdadera curiosidad por saber cómo se modela la concepción del bien y el mal, de cómo actuamos y quién es nuestro espejo moral sobre el mundo. Quisiera entender todo eso, pero se nos empieza a caer la baba a todos cuando vemos que el mundo gira, cada cultura es un montón de archipiélagos muy aislados unos de otros, cada persona una isla diminuta, que emerge insignificante en un mar de dudas y aguas turbias. Tal vez ese mar que nos rodea esté hecho de babas...
Veo mucha historia, y me veo a mí. Mirando con recelo un cachivache diseñado para entretener a criaturas como las que fuimos todos y al rato, reírme de él. Contemplando una realidad que, con el aderezo de la curiosidad que tan a flor te piel hemos tenido, no me daba demasiados dolores de cabeza, no pretendía entenderla. Luego aprendemos del entorno a hablar, y repetimos hasta la saciedad (que pocas veces llega) "por qué" ante todo lo que nos hacía abrir más y más los ojos. Querría saber el momento en el que nos damos cuenta de que podemos elegir con qué cristal ver el mundo, con qué respuesta nos quedamos, con qué "porque..." construimos nuestra teoría de la realidad. Tal vez vino unos años después, cuando calan unos valores respirados en casa. Anoche pasé otro vídeo, de mi tercer cumpleaños. En éste, había una piñata, cogí alguna chuchería que cayó al romper el saco, y se la dí a mi tío, que estaba más cerca.
Siento verdadera curiosidad por saber cómo se modela la concepción del bien y el mal, de cómo actuamos y quién es nuestro espejo moral sobre el mundo. Quisiera entender todo eso, pero se nos empieza a caer la baba a todos cuando vemos que el mundo gira, cada cultura es un montón de archipiélagos muy aislados unos de otros, cada persona una isla diminuta, que emerge insignificante en un mar de dudas y aguas turbias. Tal vez ese mar que nos rodea esté hecho de babas...
miércoles, 12 de agosto de 2015
El ataque del sabio
Y si me cuesta respirar y no persigo ningún minuto
porque no conocen el corazón del mundo
Preguntan a dónde ha ido el hombre
qué fue de sus mejores horas
aunque el tiempo no es de nadie
Preguntan si la gente sabe esperar
dudan si saben amar, respetar y cuidar
sus propias vidas
El cielo hace tiempo que llora sin querer
moja esas noches que ya son húmedas
y siempre fueron frías como el sentir
La parte de mentira que vive en la realidad
es creer que sois libres
cuando dejáis el control a la voluntad
Y claro que me cuesta respirar
y claro que escribo a kilómetros de la civilización
y claro que me quema el curso de la vida
El "tic-tac" de fondo ya no es tan macabro
ahora he entendido que es el mundo
ese insensible
el que consume la vitalidad del artista
Que uno no se ahoga sin mar tan profundo
como para apagar la chispa de la sonrisa
y encender el odio al entorno detractor
Odio que nunca da vida
ni construye ni progresa
odio que refleja la verdad
Odio que es como algunos amores:
Pide a gritos ser ceniza
mientras susurra que es real
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