Ahora toca olvidarte. Es ridículo. Desmontar las ilusiones, desarmarlas del todo. Nunca fueron nada, un reflejo, un deseo. Sin embargo ya es certeza, ya es el fin del todo. Antes cabía la esperanza, ¿quizás? Mirases dentro de mí, te dejases ver a ti por dentro. Pero siempre perfecta, impenetrable, sin ninguna fisura. No había en ti hueco alguno por el que mirar, al que asomarse. ¿Serías qué? ¿Acaso es una invención mía? ¿Qué hay dentro de ti? Ya da igual. Te vas a otra parte, a cualquier otro lugar. No es aquí, y en realidad nunca lo fue. Siempre tan lejos... Distancia abismal.
Yo soy una grieta. De mí se ha ido toda la luz. Es normal, amor, es normal que no quieras acercarte más. Es normal, amor, es normal. Maldita sea esta enfermedad... Maldita esta pena, maldita, eterna pesadumbre.
Voy a echarte de menos. No sé por qué.