sábado, 7 de octubre de 2017

Éter

Es una sensación extraña esa que recorre las vísceras cuando miro paralizado este abismo tan hondo que hay dentro de mí. Paralizado...

Años, lleva años dentro y sé que nunca va a irse. Soy una suerte de vacío constante, un Dios mediante sin fieles, y por ende, sin poder alguno que pueda ejercer. No va a irse nunca.

Éter... Todo aquello que es nada. La palabra que siempre fue utilizada para nombrar lo que no tiene nombre, pues al nombrar las cosas, le regalamos su existencia.

No es necesario nombrarme, no requiere mucho esfuerzo percatarse de que no existo, no soy; habito e inundo inerte toda la nada, todas las cosas.

Respiro un aire del que dudo. Evito conversaciones que sé ficticias. Visto una piel imperturbable, emito una voz reflejo de la aspiración inalcanzable del deseo de vivir.