Me rindo, lo admito. Quiero rendirme, quiero pintar de blanco el trapo del color que quiera que me represente y sacarlo por todos lados, sin ánimo, orgullo ni fuerzas. Tal y como todos los que sonríen hoy aquí. Trapos que ríen porque se han secado así. Y así es del modo del que los quieres. Sin pasión, sin vida, sin ira... Me rindo, has ganado. Estoy intentando decolorar mi bandera hacia la mediocridad, hacia el ser por ser, estar por estar, a olvidarme de los "para"...
Aunque te advierto... Nunca me sale tirar la toalla, así que sigue esperando mis vientos. Puedes esperar a que se me acabe el corazón, que aún tengo mucho que gritarte, a ti y a tu absurdo orden de neones grises y sonrisas de trapo.