miércoles, 7 de noviembre de 2018

La verdad, el tiempo o el vacío

Que fuéramos los únicos que conocían el rostro escondido tras la máscara era lo que nos hacía grandes. Anónimos para la mirada ajena, nadie sabía qué estaba ocurriendo detrás de aquellas ventanas empañadas en noviembre.

La idea ha vuelto a huir de mí.
No encuentro palabra ni imagen.
Tampoco sé qué me asusta más:
la verdad,
el tiempo
o el vacío.

Y me escondo de nuevo. ¿Qué hacer si no...? Solo quiero evitar los espejos, las fotos con polvo y demasiadas canciones. Pero aparezco conduciendo y la radio empieza por romper mi estrategia. Me salto una salida y acabo en el sitio equivocado. Cierro los ojos y la tormenta perfecta no puede romper: ya no me acuerdo del reflejo.


Pero aún sé imaginar
palabras escondidas
en el vaho.

Aunque me lo invente
todavía sueño
que sonreía.

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